Se espera y parece que no llega, es como una espera interminable que en un bendito día de Agosto cesa por unas horas, benditas horas en las que el olor a nardo en flor invade nuestro olfato y en las que la emoción aflora en nuestro corazón. En esta imagen podemos observa, como en la oscura noche sale la Luna para alumbrar nuestro camino, camino que está marcado por esa flor agosteña de esas llamadas Virgen de Agosto, que hacen que una noche sea especial para todo aquel que sienta, por poco que sea, el sentimiento mariano, esta imagen muestra lo que es para muchas personas ver el sueño de todo un año complido.
Foto y texto: Andrés Carmona Calero