Domingo de Ramos. Por fin amanece
uno de los días más esperado de todos cuanto posee el año. En el aire fresco de
la mañana se palpa el nerviosismo, la ilusión. Aun no huele a incienso, aunque
el olor a azahar es lo que más embriaga. Es primavera. Domingo de Ramos. Olivos
podados. Ramas de la ilusión con las que recibiremos a Cristo en su triunfal
entrada en Jerusalén. Día de los niños. Todos sabemos ya lo que nos espera en
esta semana. Semana Santa. Domingo de Ramos 11:00 de la mañana, olor a azahar,
blancas palmas, principio de una
historia que se repite. Pasión, Muerte y Resurrección. Domingo de Ramos 3:00
del medio día. Bulla. Nazarenos. Incienso. Cera. Costal. Martillo. Música. Todo
lo que nos rodea es un sueño del que no queremos despertar y en el que queremos
estar eternamente. Racheo. Levanta. Capataz. Llega el paso. Primer encuentro de
la semana. Semana Santa. Vemos como un Dios subido en un burro entra en la
ciudad donde será crucificado. Entra vitoreado por los mismos que después lo
despreciaran. Salvador. Ilusión. Caramelo. Monaguillo. Pasión. Domingo de
Ramos. Comienzo del Fin de una Semana Santa.
Texto y Foto: Andrés Carmona Calero.
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